En este capítulo Vegeta recuerda los ataques que lanzó sobre Freezer sin ninguna eficacia. En un ataque de furia, dispara una enorme onda de energía a Freezer, seguido de varias ráfagas de energía más pequeñas, pero ninguna de ellas daña al tirano lo mas mínimo. Decidido a no rendirse, Vegeta desencadena su explosión más poderosa sobre Freezer, el Final Flash, pero el tirano simplemente la devuelve, ya que la explosión habría acabado con el planeta. Vegeta es consciente de que ha agotado sus posibilidades y renuncia a defenderse, llorando por primera vez.
El tirano golpea salvajemente al Saiyajin sin piedad hasta dejarlo moribundo, y lo agarra con la cola hasta estrangularlo para proceder a su sacrificio.
Comienza a golpear constantemente la espalda de Vegeta como si fuera un saco de boxeo, lo que le hace gritar y escupir sangre. Piccoro, Gohan y Krilin miran, demasiado asustados para ayudar a Vegeta.
En la nave de Freezer, Goku comienza a sentir que el nivel de poder de Vegeta disminuye rápidamente. Entonces, oye un pitido que le indica que ya está curado. Sale rápidamente de la máquina médica y de la nave espacial, e intenta localizar el lugar del combate antes de que Freezer acabe con Vegeta.